Una victoria como la de ayer ante la U.D. Las Palmas era lo que necesitaba el Salamanca, una victoria con goles, con remontada y con buen juego.
Desde el varapalo de Miguel García el equipo había encadenado tres derrotas, una esperada ante el Betis, pero dos dolorosas en los derbis regionales ante Valladolid y Ponferradina y solamente una victoria ante el Albacete, pero la sensación que dejaba el equipo era de no ser capaz de recuperarse ante en gol encajado, de estar entrando en una especie de depresión futbolística y ayer se nos curó del todo.
La UDS fue infinitamente mejor que su rival, jugó por momentos un buen fútbol, tuvo varias ocasiones más a parte de las de los cuatro goles, le puso intensidad en los momentos necesarios y en lo único en lo que se vió superado por su su rival fue en la efectividad, Las Palmas llegó dos veces, aprovechó los dos únicos fallos defensivos de la Unión y marcó dos goles.
Destacar el partido de Kike Lopez, que fue el mejor de largo, con dos goles y una asistencia de otro y la presencia como titular de Mario Rosas. Mario la da otro aire al equipo, necesita partidos porque físicamente todavía está un poco flojo pero si el mister se los da puede ser una pieza clave en este equipo de cara a afrontar lo que queda de campeonato.
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