Y hablo de los delanteros de la Unión Deportiva Salamanca, de los que fueron y ya no serán, de los que fueron y pueden volver a ser y de los que querría la UDS que fueran, pero de momento nada de nada. Van pasando los días y no se refuerza la zona con menos efectivos de la plantilla, esa que, si está acertada durante una temporada te salva del descenso y si por el contrario no está acertada te mete en el hoyo, como fue el caso. Porque 8 goles entre los dos delanteros centros de la plantilla no es un bagaje como para sentirse orgullosos, la verdad.
Akinsola ha sido presentado esta mañana como nuevo jugador del Cadiz. Llega cedido por el Granada que se ha hecho con sus servicios tras quedar desvinculado de la Unión al finalizar la temporada pasada. El nigeriano, que la pasada campaña, jugó cedido en el Zamora, participando en 32 encuentros y anotando 11 goles, tenía una cláusula en su contrato por la cual la Unión, si quería renovarle, tendría que pagarle 100.000 euros al año, cifra a la que el club en estos momentos no puede ni aspirar. No le tenía yo demasiada fe a Akinsola así que tampoco me parece una marcha por la que haya que rasgarse las vestiduras. Me parece un jugador bueno, pero que no se cuida, que tiene tendencia a engordar y que no ha hecho mucho por adaptarse a España, todavía no sabe castellano. Eso sí, desde aquí, le deseo toda la suerte del mundo en su nueva andadura.
Otro de los que formaron parte de la plantilla la pasada temporada que no va a continuar es Juanjo. El santanderino llegó a última hora de la pasada temporada tras la venta de Linares al Elche y no es que haya tenido la suerte necesaria para acabar triunfando en la Unión. Hace días se conoció la noticia de que Juanjo había firmado por el Numancia de Soria para las dos próximas temporadas. Caso extraño el de Juanjo, que desde que acabó la temporada no se había sabido nada de él, hasta que las negociaciones con Marcos Márquez parecían paradas que entonces saltaba a la palestra el intento de Balta de que continuara en el equipo, pero lógicamente llegó tarde y con menos recursos económicos, evidentemente. Era un jugador, en mi opinión, muy válido para la Segunda B y que nos iba a aportar muchísimo pero lógicamente no se puede competir contra el dinero y una superior categoría.
El caso de Marcos Márquez está bastante claro. No tiene ofertas, ni de Segunda ni de Segunda B, por eso sigue mareando la perdiz e intentando que la Unión haga un esfuerzo y le aumente la cifra que le ha ofrecido Balta para que continúe un año. En Salamanca nadie le quiere, salvo yo y cuatro personas más que conozco, pero yo sigo en mis treces y creo que en Segunda B tiene que aportar mucho al juego de la Unión y más de la manera en la que juega Balta, con jugadores de banda y un punta como referencia ofensiva. Está claro que si hubiera tenido ofertas ya se hubiera marchado porque económicamente seguro que eran superiores a la de la Unión. No está nada claro donde acabará Márquez la próxima temporada pero lo que sí parece claro es que la UDS no va a tirar la casa por la ventana por el jugador a pesar de ser de los preferidos de Balta.
Con este panorama en la Unión, el único delantero a las órdenes de Balta en estos primeros días de trabajo es el chaval Carlos De la Nava. El juvenil, que el año pasado jugó en el Salmantino en Regional, sabe, o eso al menos le ha prometido Balta, que si se esfuerza y lo hace bien se quedará en la primera plantilla durante todo el año. Veremos a ver si tiene oportunidades de demostrar su valía, de la que algunos no dudan y creen que puede ser la sorpresa agradable del equipo este año, mucho dependerá de si Balta realiza incorporaciones en la delantera, porque de momento, los delanteros se van pero no viene ninguno.