Juan José Hidalgo participó ayer en el programa El Larguero de la Cadena SER presentado por José Ramón De la Morena y que fue realizado desde el Paraninfo de la Universidad de Salamanca.
A través de una llamada telefónica el segundo máximo accionista de la entidad salmantina dejó claro que si desde Salamanca, bien sean empresarios o instituciones, le retiran el aval del Banco Castilla que tiene actualmente, se hará cargo del club y no sólo eso, si no que además, haría un equipo para subir a Segunda División.
Para mí y en mi modesta opinión fueron palabras vacías. Sin contenido. Ninguna novedad. Creo que aprovechó el tirón del programa y su audiencia para sacar pecho y pavonearse pero veremos a ver si a la hora de la verdad echa una mano al club o la esconde. Lo creo porque ayer se dedicó básicamente a decir lo bien que lo había echo él cuando fue presidente, que no se había llevado ni un euro del club, que todo lo que entró en las arcas de la Unión se quedó en la Unión, que había ganado el juicio famoso contra Antena 3 y Telefónica cuando no dejó entrar a las televisiones en el Helmántico... es decir, "que yo he sido muy bueno y lo he hecho todo muy bien".
Pero también hizo cosas mal. Pero también se cierto que al menos Hidalgo está dando la cara y no como el "fantasma" de Juanjo Pascual, "fantasma" el sustantivo, no el adjetivo, que nadie se cabree, fantasma porque no aparece por ningún lado pero se sabe que está porque sigue siendo el máximo accionista y sigue tomando decisiones, que es lo peor.
Que crea que las palabras de ayer de Hidalgo eran vacías y aprovechó el programa para sacar pecho no significa que no crea que es la solución para la Unión, que sí lo creo. Creo que es el único con capacidad económica suficiente y lo que es más importante con los contactos, amigos, enchufes o llamarlo cómo querías, suficientes para que la Unión Deportiva Salamanca vuelva a donde se merece y donde tiene que estar por historia.
Esperaremos acontecimientos, esperemos que las palabras "vacías" de ayer se conviertan en echos reales. Ahora la pelota está en el tejado de empresarios salmantinos e instituciones, Hidalgo la lanzó ayer, esperemos que alguien la recoja, por el bien de la Unión Deportiva Salamanca.
A través de una llamada telefónica el segundo máximo accionista de la entidad salmantina dejó claro que si desde Salamanca, bien sean empresarios o instituciones, le retiran el aval del Banco Castilla que tiene actualmente, se hará cargo del club y no sólo eso, si no que además, haría un equipo para subir a Segunda División.
Para mí y en mi modesta opinión fueron palabras vacías. Sin contenido. Ninguna novedad. Creo que aprovechó el tirón del programa y su audiencia para sacar pecho y pavonearse pero veremos a ver si a la hora de la verdad echa una mano al club o la esconde. Lo creo porque ayer se dedicó básicamente a decir lo bien que lo había echo él cuando fue presidente, que no se había llevado ni un euro del club, que todo lo que entró en las arcas de la Unión se quedó en la Unión, que había ganado el juicio famoso contra Antena 3 y Telefónica cuando no dejó entrar a las televisiones en el Helmántico... es decir, "que yo he sido muy bueno y lo he hecho todo muy bien".
Pero también hizo cosas mal. Pero también se cierto que al menos Hidalgo está dando la cara y no como el "fantasma" de Juanjo Pascual, "fantasma" el sustantivo, no el adjetivo, que nadie se cabree, fantasma porque no aparece por ningún lado pero se sabe que está porque sigue siendo el máximo accionista y sigue tomando decisiones, que es lo peor.
Que crea que las palabras de ayer de Hidalgo eran vacías y aprovechó el programa para sacar pecho no significa que no crea que es la solución para la Unión, que sí lo creo. Creo que es el único con capacidad económica suficiente y lo que es más importante con los contactos, amigos, enchufes o llamarlo cómo querías, suficientes para que la Unión Deportiva Salamanca vuelva a donde se merece y donde tiene que estar por historia.
Esperaremos acontecimientos, esperemos que las palabras "vacías" de ayer se conviertan en echos reales. Ahora la pelota está en el tejado de empresarios salmantinos e instituciones, Hidalgo la lanzó ayer, esperemos que alguien la recoja, por el bien de la Unión Deportiva Salamanca.