Tardará el nudo en el estómago en salir, no tengo ganas ni de comer después del gran susto en el Helmántico con Miguel García. En el minuto 60 caía desplomado al suelo y te hace pensar en lo peor.
La imagen de los jugadores, tanto del salamanca como del Betis acercándose mientras los médicos y miembros de la cruz roja intentan reanimar al jugador, y salir de la escena con las manos en la cabeza, llorando, tirados por el suelo no se me va a olvidar en la vida. Momentos terribles.
Después al oir la radio te enterás que ha sido un mareo, que se convierte en una parada cardiorespiratoria, donde los médicos le tiene que abrir una vía respiratoria, poner el tubo de Guedel, y usar el desfibrilador... te impacta mucho más, sobre todo cuando comentan que ha habido un momento en que no reaccionaba y alguno desistía en el intento. Pero afortunadamente Miguel ha sido fuerte y gracias a la rápida intervención de los médicos, del Betis y del salamanca, de la cruz roja, ha conseguido ganar su partido.
Desde el fondo norte donde yo estaba todo era confusión, lógicamente todas las personas rodean al jugador y no se ve nada de manera clara, yo he podido distinguir como en algún momento se le estaba practicando la reanimación cardiopulmonar, pero no sabes mucho más allá, los momentos son terribles, de máxima tensión, inolvidables, desgraciadamente... pero con final feliz, que es lo verdaderamente importante.