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Nacho Jiménez, un gran unionista
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Escrito por: Nacho Jiménez, @NachoUDS
Ya son unos años en este barco, compartiendo con todos vosotros el unionismo. Al igual que la gran parte de vosotros, yo también estoy harto de la gran dejadez por parte de la ciudad hacia nuestro equipo, del pasotismo y del desprecio que muchos nos profesan. ¿Solución a esto? Sinceramente, poca veo, pero cada vez me importa menos lo que esta ciudad piense…
Cuando eres pequeño y no “mamas” Unión, es muy difícil llegar a ella. Mi historia es peculiar, pero con poco es fácil engancharte a este equipo.
Muchos de nosotros no hemos vivido al máximo la época dorada de la UDS, es más, estamos viviendo los peores momentos de ella… y muchos se preguntan que por qué elegimos esto. La respuesta es fácil, queremos a la Unión, somos de la Unión.
Ser de la Unión, no es tragarte todos los partidos y alegrarte cuando se gana, no es despotricar cuando las cosas vienen torcidas… Ser de la Unión es más… significa volver cada dos semanas al Helmántico, ver a esa gente que siempre te rodea, que comparte tus ideas, que con el tiempo muchos se han convertido en tus amigos; es viajar con el equipo, con esta familia; es sufrir con el equipo, disfrutar con él, empujarlo; es soltar una sonrisa cuando escuchas su nombre, cuando ves el Helmántico, cuando ves sus colores; es volver a casa. Ser de la Unión es, al menos para mí, una forma de ser feliz.
Cuando hablo de la Unión cabeza y corazón se enfrentan, y más si es una discusión con alguien de otro equipo… ¿Que su equipo es mejor? ¿Qué se divierte más? Pues es imposible, IMPOSIBLE, que les de la razón alguna vez… Su equipo jugará mejor que el mío, ganará más que el mío, pero ninguno es mejor que la Unión Deportiva Salamanca, ninguno me divierte más que la Unión Deportiva Salamanca. El día que alguien me diga que antes de que empiece el partido es la persona más feliz del mundo y que tiene la ilusión de un niño pequeño, el día que no sea sólo fútbol, el día que sea una parte de su vida, entonces, puede que le de algo de razón.
Yo no me cansaré, al igual que vosotros, de llevar los colores, el escudo y el nombre de mi equipo por todo el mundo; no me cansaré de decir de qué equipo soy. JAMÁS me avergonzaré… ¿por qué debía hacerlo? ¿Avergonzarse de ser de la Unión? ¿Del más grande entre todos? ¿De esta maravillosa familia?... Nunca. Da igual la categoría y la situación, nunca estarás sola.
Yo también soy de la Unión.