Se acabó el sueño, sueño entre comillas, porque todos sabíamos que ver ganar a la Unión la Copa del Rey es un sueño, y pasar varias rondas de la competición es muy complicado a tenor de los visto los últimos años en Salamanca. Y este año se antojaba más difícil aún, toda vez que se supo rival y estadio.
La Unión se presentó en Sevilla con desparpajo, sin complejos y prueba de ello fue la muy buena primera parte realizada por los de Óscar Cano, gol de Perico incluido, que hacía concebir esperanzas de cara a la segunda parte. Pero la continuación del partido nos deparó todo lo contrario, una muy mala segunda parte hizo que los béticos empataran primero por medio de Beñat, golazo, y posteriormente se adelantara por medio de Rubén Castro en el minuto 73. Ya no se movió el marcador en lo que quedaba de partido y un año más en Salamanca nos quedamos sin poder avanzar unas rondas y poder disfrutar de un buen equipo de primera, que por lo menos nos deje algo de dinerillo en las arcas, que están muy vacías.
Lo malo de la eliminatoria de Copa es el cansancio de cara al partido del domingo ante el Tenerife, porque hoy han jugado de los titulares de la jornada pasada, Arbilla, Goikoetxea, Moratón, Yuste, Sarmiento y Kike Lopez. Lo bueno, que no nos vamos a cansar más los miércoles por un partido de Copa hasta la temporada próxima.
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