Parece que el eje Salamanca - Granada - Cádiz se ha intensificado en los últimos días con las llegadas de Akinsola, presentado este mismo lunes y la de Goikoetxea, que según los medios granadinos llegará en las mismas condiciones que el nigeriano, es decir, cedido por parte del Granada. Quien comenzó estos movimientos fue Hector Yuste, que desde hace días se comprometió con el Cádiz, también cedido por el Granada.
El Cádiz cedió la parcela deportiva a Quique Pina, presidente de Granada, y éste, ante la falta de liquidez de las arcas gaditanas, las únicas posibilidades de ir incorporando jugadores a la disciplina cadista que tenía, era mediante las cesiones de jugadores, fichándolos para el Granada y después cediéndolos al Cádiz.
Sabemos a ciencia cierta que el presidente del Granada y responsable de la parcela deportiva del Cádiz, Quique Pina, viajó este viernes, muy presumiblemente hasta Madrid, para reunirse con el presidente de la Unión Deportiva Salamanca para tratar de sondear y saber la disponibilidad de dos jugadores de la actual plantilla de la Unión. Los nombres que se vienen inmediatamente a la cabeza son los de Kike López y Toti.
Kike López y Toti porque son los dos jugadores que el Salamanca ha puesto en el mercado, con más caché y con más posibilidades de salir, pero es evidente que si alguien viene con una buena oferta por cualquiera de los otros componentes de la plantilla, no creo que la Unión lo viera con malos ojos. Suponemos que en dicha reunión el presidente de la Unión Deportiva Salamanca trasladó a Quique Pina la intención del club de sólo sentarse a negociar por una oferta conjunta de más de 500000 euros pero lo que no sabemos es la respuesta de Quique Pina.
El otro nombre que podía haber formado parte de la conversación en dicha reunión en sustitución de uno de los dos, Kike o Toti, podría ser Arbilla. El gran arranque de temporada que realizó le dio cierto caché aunque bien es cierto que desde que le llegaron los rumores de posibles intereses de equipos de primera se descentró y acabó la temporada bastante mal. Es cierto que ayer lunes el jugador vasco realizó unas declaraciones donde afirmaba que "de momento, no pensaba en irse", pero tampoco habría que descartar esa posibilidad.
Es extraño que dos jugadores que han declarado abiertamente que quieren jugar en Segunda División acaben aceptando jugar en Segunda B con el Cádiz, pero como en el caso de Arbilla, no habría que descartar la posibilidad, está claro que los dos quieren salir de la Unión, que creen que se le está cortando la posible progresión y ante la falta de ofertas o posibilidades de jugar en la categoría de plata del fútbol español no creo que vieran con malos ojos la opción del Cádiz, porque además tendrían una mejora sustancial en el sueldo que pueden o van a percibir en la Unión si al final se quedan en Salamanca.
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