No se puede decir que durante buena parte del partido la Unión Deportiva Salamanca mereciera pasar la eliminatoria, pero sí es cierto que durante los últimos minutos del tiempo reglamentario y toda la prórroga el equipo mejoró y fue mejor que el Oviedo. ¿Suficiente?.
Para mí no. La suerte hizo que durante la primera parte el Oviedo no se marchara con más renta que el 1 - 0 con el que se marchó y la suerte hizo que empatáramos el partido con un auto-gol de Jorge Rodríguez. Y la misma se quedó en Oviedo de fiesta en forma de penaltis ganados.
La primera parte de la Unión fue mala, sin control del balón, sin juego por las bandas, ni juego combinativo por el centro, nada de nada, a pesar del trivote montado por Balta, con Yuma de mediocentro defensivo y De Lucas e Iñaki Muñoz como organizadores, un trivote que no funcionó en ningún momento, presionado por el centro del campo del Oviedo que en todo momento maniató a los tres. De Lucas no apareció en ningún momento e Iñaki, fuera de sitio, desubicado, demasiado adelantado de lo normal, no eran capaces de tener el balón y por tanto de conseguir que la UDS se acercara al área rival con peligro. Sólo una ocasión clara por parte Sergio García con un disparo que se marcho al lateral de la red, pobre bagaje para llevarse algo positivo al descanso.
Por su parte el Oviedo, presionando un poco en el centro del campo conseguía robar el balón con facilidad y presentarse en el área del Bernabé con suma facilidad. Sobre todo Xavi Moré que durante la primera parte se comió a Diego Reyes y a todo el que intentó tapar la banda derecha del ataque del Oviedo. Un balón al larguero, varios remates de cabeza y por fin un gol en el 45, tras un fallo defensivo de la Unión. El Oviedo estaba haciendo méritos para llevar más ventaja en el marcador, pero de momento, la suerte estaba del lado del Salamanca. De momento.
La segunda parte empieza con un cambio sorprendente, saliendo al campo Javi H. por Sergio García en vez de por Diego Reyes, que hubiera sido lo más lógico, pasando Pablo Gómez al lateral izquierdo y Javi H. a la mediapunta izquierda. Pero el cambio no supone absolutamente nada nuevo en el juego de la Unión, el guión sigue siendo el mismo y el Oviedo sigue llegando. Sigue llegando hasta más o menos el momento en el que parece que se le acaba la gasolina y la Unión empieza a soltarse un poco más, la presión es menor por parte del Oviedo y el Salamanca puede tocar más en el centro del campo. Empiezan a aparecer De Lucas e Iñaki Muñoz y lógicamente el juego del equipo mejora.
El problema es que arriba el equipo se sigue mostrando inoperante, Igor falla una doble ocasión clarísima ante el portero y seguimos sin llegar por las bandas, salvo las arrancadas de Andrés que salió por Pablo Gómez y le dio cierto aire de peligro al ataque de la Unión. Balta no reacciona, sigue manteniendo el trivote en el medio del campo innecesariamente teniendo a Marcos Márquez en la banda calentando buena parte de la segunda parte hasta que la suerte viste de unionista a Jorge Rodríguez, central del Oviedo, que marca en propia puerta el gol de la Unión, que nos mantiene en el partido.
Con los dos equipos muy cansados, el partido, los últimos minutos del tiempo reglamentario y la prórroga se convierten en un corre calles pero sin ocasiones claras como para evitar la tanda de penaltis. La suerte, esta vez, se viste de carbayón, y hace que la Unión sólo consiga marcar dos de cinco, imposible pretender ganar el partido así. Lo que nos dio durante el partido nos lo quitó en los penaltis. Alrededor de las 23:15 horas de la noche se nos acabó el sueño de la Copa. Hasta el año que viene.
La primera parte de la Unión fue mala, sin control del balón, sin juego por las bandas, ni juego combinativo por el centro, nada de nada, a pesar del trivote montado por Balta, con Yuma de mediocentro defensivo y De Lucas e Iñaki Muñoz como organizadores, un trivote que no funcionó en ningún momento, presionado por el centro del campo del Oviedo que en todo momento maniató a los tres. De Lucas no apareció en ningún momento e Iñaki, fuera de sitio, desubicado, demasiado adelantado de lo normal, no eran capaces de tener el balón y por tanto de conseguir que la UDS se acercara al área rival con peligro. Sólo una ocasión clara por parte Sergio García con un disparo que se marcho al lateral de la red, pobre bagaje para llevarse algo positivo al descanso.
Por su parte el Oviedo, presionando un poco en el centro del campo conseguía robar el balón con facilidad y presentarse en el área del Bernabé con suma facilidad. Sobre todo Xavi Moré que durante la primera parte se comió a Diego Reyes y a todo el que intentó tapar la banda derecha del ataque del Oviedo. Un balón al larguero, varios remates de cabeza y por fin un gol en el 45, tras un fallo defensivo de la Unión. El Oviedo estaba haciendo méritos para llevar más ventaja en el marcador, pero de momento, la suerte estaba del lado del Salamanca. De momento.
La segunda parte empieza con un cambio sorprendente, saliendo al campo Javi H. por Sergio García en vez de por Diego Reyes, que hubiera sido lo más lógico, pasando Pablo Gómez al lateral izquierdo y Javi H. a la mediapunta izquierda. Pero el cambio no supone absolutamente nada nuevo en el juego de la Unión, el guión sigue siendo el mismo y el Oviedo sigue llegando. Sigue llegando hasta más o menos el momento en el que parece que se le acaba la gasolina y la Unión empieza a soltarse un poco más, la presión es menor por parte del Oviedo y el Salamanca puede tocar más en el centro del campo. Empiezan a aparecer De Lucas e Iñaki Muñoz y lógicamente el juego del equipo mejora.
El problema es que arriba el equipo se sigue mostrando inoperante, Igor falla una doble ocasión clarísima ante el portero y seguimos sin llegar por las bandas, salvo las arrancadas de Andrés que salió por Pablo Gómez y le dio cierto aire de peligro al ataque de la Unión. Balta no reacciona, sigue manteniendo el trivote en el medio del campo innecesariamente teniendo a Marcos Márquez en la banda calentando buena parte de la segunda parte hasta que la suerte viste de unionista a Jorge Rodríguez, central del Oviedo, que marca en propia puerta el gol de la Unión, que nos mantiene en el partido.
Con los dos equipos muy cansados, el partido, los últimos minutos del tiempo reglamentario y la prórroga se convierten en un corre calles pero sin ocasiones claras como para evitar la tanda de penaltis. La suerte, esta vez, se viste de carbayón, y hace que la Unión sólo consiga marcar dos de cinco, imposible pretender ganar el partido así. Lo que nos dio durante el partido nos lo quitó en los penaltis. Alrededor de las 23:15 horas de la noche se nos acabó el sueño de la Copa. Hasta el año que viene.
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