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| Sergio Villardón |
Sorprendido
me hallo de las pocas, por no decir nulas, noticias de la Unión. No es que mis
compañeros no se estén partiendo los sesos buscando información, llamando a
unos y otros, echando horas fuera del trabajo para intentar sacar algo nuevo,sinceramente, es que no hay nada.
Increíblemente,
la Unión parece que ha entrado en una situación de bloqueo que tiene mala
pinta. A veces, mi cabeza me hace pensar que es un enfermo que se encuentra en
la recta final. Pero rápido tuerzo el gesto y echo la vista atrás. Pienso en
todo lo que viví desde mi asiento en Fondo Sur (sí, uno antes de ser
inalámbrico, también fue más de una década socio): el gol de Miku, las
cabalgadas de don Martín Vellisca, los gestos de D´Alessandro desde el banquillo
o cómo Giovanella y Taira daban clases de compenetración tarde sí, tarde
también.
No
menos importante es lo que viví como periodista: descenso y añito en el
infierno. Que nadie se crea que me abochorno por campar en esos campos de Dios.
Yo soy igual de unionista en Primera que en Segunda B.
Pero
sí es cierto que la situación actual no gusta a nadie. No solo por estar en la
categoría de bronca; sino porque parece que se han perdido los valores. Siempre
que observo el escudo, me doy cuenta del señorío de las siglas UDS. Pues dicha
caballerosidad se ha perdido y se sigue perdiendo entre proyectos y futbolistas
que muchos no honran la camiseta.
El
problema es que ahora se ha unido que el mandamás Juan José Pascual sigue
desaparecido y parece que quiere dar carpetazo final a este club con casi 90
años de historia. Sé de sus problemas con Juan José Hidalgo, pero tienen que
darse cuenta de la masa social que existe detrás y de todo lo que la UDS
representa. Por el propio bien de la entidad, toca llegar a un acuerdo.
Silvestre siempre estará también ahí, ayudando en lo que pueda. Y no quiero
olvidarme del Ayuntamiento, la hostelería y la propia ciudad.
¿No me digan que
no ganaríamos todos mucho más con un equipo en Primera? Toca arrimar el hombro.
¡Hala Unión!
Sergio Villardón
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